Las telangiectasias son dilataciones vasculares que miden hasta 2 mm de diámetro; se localizan fundamentalmente en los miembros inferiores (muslos, pantorrillas, tobillos y también en los pies). Presentan diferentes formas y coloración; pueden ser lineales o arborescentes, pálidas o intensas, aisladas o aglutinadas.

Los mecanismos invocados como responsables de su aparición también son múltiples: reflujo sanguíneo subyacente, estasis, hipertensión venosa, fragilidad parietal, presencia de microtrombos venulares, hiporeactividad a la noradrenalina, liberación de quininas tisulares, vasodilataciones secundarias a trastornos de la termoregulación, celulitis subyacente, receptores parietales a la progesterona y estrógenos, traumatismos locales e inflamatorios.

Es muy importante evaluar al paciente y constatar que las telangiectasias no sean la expresión de un fenómeno más complejo como la insuficiencia venosa en cuyo caso deberá ser tratado dicho síndrome previamente. 

El especialista avezado deberá evaluar cada caso en particular y plantear la mejor estrategia terapéutica para evitar los fracasos terapéuticos.